farmacotectomía: también al final de la vida

Cualquier pacientes anciano o aquellos con una enfermedad grave de mal pronóstico, con seguridad  serán evaluados al final de su vida y,  en poco tiempo por varios médicos.  Incluso se añadirá alguna que otra visita a las urgencias de un hospital y, será afortunado si no cae en manos de unidades súper-especializada, tipo “asistencia crónicos”,  geriatría o equipos de asistencia domiciliaria (ESAD). 

En este transcurrir aumenta posibilidad de que su lista de medicamentos se incremente de forma exponencial, de tal forma que a sus problemas, tenga que añadir los efectos adversos  e interacciones de los medicamentos, muchas veces como protagonistas estelares. En muchas ocasiones el simple control de esta lista, es lo mejor que un galeno puede hacer por el paciente y su enfermedad. Dentro del control siempre hay que tener presente la poda o supresión de medicamentos, la llamada farmacotectomia (drugectomy en el original ingles-  en resumen un proceso por etapas para conseguir que él paciente suspenda algunos de los medicamentos que se han ido acumulado en su tratamiento)

Si ya sabemos que es difícil que gente entrenada para poner medicamentos, los quite. Del mismo modo es difícil cuestionar, las más que cuestionables practicas hiperprescriptoras de muchos médicos, tambien que es casi imposible luchar contra el lema de “más es mejor” y, que todo juega a la contra cuando se trata de “quitar” y no de “poner”.

Pero no hay más remedio La farmacotectomía ya está aq y además es deseable que así sea por el bien de médicos y pacientes

La revista Canadian Family Physicians tiene entre sus secciones una dedicada a los cuidados paliativos, bajo el nombre de Paliative Care files y que publica cada trimestre un  artículo breve organizados en torno a un caso clínico y escritos por el comité de cuidados paliativos de las sociedad canadiense. El principal objetivo de eta sección es ayudar a los médicos de familia en el cuidado de este tipo de pacientes, tiene por tanto un enfoque no excesivamente especializado, práctico y con la información necesaria para alumbrar la toma de decisiones con el enfermo delante.

En el mes de marzo este año se ha publicado Witdrawing medication– Retirar la medicación: Gestión de comorbilidades médicas cerca del final de la vida. A través del caso de Margaret una mujer de 67 años diagnosticada de cáncer de pulmón, el autor nos lleva a considera la importancia de enfrentarse a un proceso con una esperanza de vida limitada en el que muchos de los fármacos que la paciente tomaba previamente  o algunos de los que se prescriben en el hospital no tienen mucho sentido. A través de la discusión con las pacientes y su familia  y teniendo en cuenta la evolución de la enfermedad, se debe considerar con cuidado la permanencia de algunos medicamentos, al igual que la adicción de otros nuevos. En esos momentos de la vida del paciente hay una gran posibilidad para la polifarmacia con todos sus efectos adversos y la posibilidad de producir más daño que beneficio.

Como dice el sumario del articulo  y en pocas palabras:

  • Los médicos de familia necesitan discutir con lo pacientes la retirada de medicación junto a los objetivos de atención a pacientes con una esperanza de vida limitada.

  • la decisión de médicos o pacientes  sobre la disminución de tratamiento o retirar la medicación puede ocurrir una sola vez o podría tener lugar a través del tiempo, bien con tratamientos específicos, medicamentos  o con dispositivos que se pueden suprimir de forma gradual.

  • La revisión frecuente y las  modificaciones en los objetivos de la atención son necesarias en la gestión de comorbilidades médicas. La necesidad de ciertos medicamentos, así como su vía de administración y posologia, deben ser evaluados periódicamente.

Un Comentario

  1. Enrique Gavilán

    Rafa,
    No sólo a los pacientes terminales, sino a los frágiles, sería deseable aplicarles farmacotectomía (o deprescripción, como también se conoce en la literatura). Se ha visto que entre el 27-85% de los pacientes hipertensos muy ancianos o frágiles a los que se les quita la medicación antihipertensiva, permanecen al cabo del tiempo con cifras tensionales normales… Igual podríamos aplicar a los antidiabéticos y por supuesto a los antifractura e hipolipemiantes. Y todo ésto sin que aumente la mortalidad, sino más bien al contrario.
    Por tanto, es algo no sólo a discutir, sino a aplicar.
    Un abrazo

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  2. Javier Padilla

    Una pregunta, oh ilustres y experimentados compañeros… ¿utilizáis las listas de medicamentos «prohibidos» en ancianos?… tipo lista BEERS o PRISCUS…

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  3. Josep Nicolau

    Soy médico portador de un adenocarcinoma de tercera porcion de duodeno inoperable, que he tenido que luchar para que no me introdujeran medicación analgesica en el hospital, ya que contra la costumbre no tengo dolor, ni ganas de tomar medicación ….

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    • rafabravo

      Gracias por tu mensaje Josep, no hay nada peor que la perdida de sentido común que se instala con al rutina y la mediocridad.Tu caso no es el único, por desgracia vemos casos similares de hiperprescripcion, en los que basta escuchar al paciente para ver que no necesita determinado medicamentos. ¡Suerte!

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  4. enrique gavilán

    Javier,
    Las listas Priscus las conozco menos, pero las Beers las utilicé una vez para un trabajo de investigación. El problema de todos los listados de medicamentos inapropiados -criterios explícitos- es que 1) no suelen estar basados en la evidencia, sino en consensos de expertos, 2) no contextualizan en cada paciente concreto, sino que son criterios universales, y por tanto lo que a unos puede ser un medicamento inapropiado a otro anciano lo mismo no, 3) no están actualizados, y 4) no tienen en cuenta la situación clínica del paciente. Por eso, me resultan más interesantes los criterios implícitos. En nuestro país están validados dos, los de START-STOPP (http://bit.ly/mk2EzR) y el Medication Appropriatenes Index, que hemos adaptado nosotros al castellano.
    Cualquier cosa, me dices.
    Un abrazo

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  5. Montse Fontboté

    Hola, como usuaria del sistema (voy al médico de familia en nombre de mi madre anciana y discapacitada) tengo la sensación que en el tema de la medicación de ancianos el médico agradece que aparezcas con la lista de medicamentos que toma (prescritos por diversos especialistas ) y apuntarlos en la lista sin mas a pesar que la visita suele durar más de los 5 minutos de rigor y la atención clínica es maravillosa. El quitar fármacos tuvo que ser a petición mía (antihipertensivos como comenta Enrique Gavilan o medicacion para la incontinencia en una paciente con pañal). Yo estudié medicina, y con JR Laporte y me quedó el tema de la polimedicación… pero imagino que la mayoría de los pacientes no se plantean si tienen que tomar trece medicamentos excepto para exclamarsse delante de sus amigos.

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  6. Xose M Meijome

    Si que es una entrada interesante; hace 1 semana en una jornada sobre HTA en mi área se acabó probando lo necesario de que era precribir 6 medicamentos a estos pacientes… y pocas medidas no-farmacológicas.
    Los «arsenales» que algunos pacientes tienen en sus casas son potenciales ‘minas antipersonas’ y son los prestadores de atención más cercanos: Médicos, Enfermeras y Farmaceúticos quienes tienen que evitar (más con instinto que con datos) que esas cargas detonen y dañen a los pacientes.

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  7. Manuel Domínguez Bascón

    Comparto totalmente la opinión vertida en este artículo.
    Cietamente, la revisión de la medicación en polimedicados es, debe ser, labor continuada del médico Y ENFERMERA.

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